El 23 de septiembre a las 10 horas y 21 minutos empezó el otoño con su equinoccio, es decir, el día y la noche duraron lo mismo. Ahora, los días se hacen más cortos y las noches más largas. Durante las oscuras noches de otoño y de invierno Sol se refleja en La Luna provocando el misterio y la fantasía que evocan mil historias y leyendas. Nosotros contamos nuestros sentimientos sobre el otoño en los haikus siguientes:
Antiguamente se contaban historias y leyendas en reuniones familiares alrededor del fuego durante y después de la cena.
En los pueblos y aldeas, es época de duro trabajo, se recoge la cosecha. maíz, manzanas, uvas, fabas, castañas... Los vecinos se ayudaban y compartían el trabajo. Organizaban el esfollón o esfollaza, para esfollar (deshojar) las panoyas o mazorcas de maíz que solían terminar compartiendo castañas asadas o cocidas, es decir, con magostos para celebrar el final de una jornada de duro trabajo o las buenas cosechas.... También se recogen las fabas y las manzanas de la pomarada para hacer la sidra el el llagar y muchos trabajos más...
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